Según diariodelanzarote.com:
Al ex alcalde de Haría, Juan Ramírez, parece que -como a un perro flaco- todo le son pulgas. Mientras se prepara para afrontar un juicio por presunta prevaricación urbanística, la Tesorería General de la Seguridad Social le anda reclamando 441.709 euros como responsable solidario de las deudas contraídas por la empresa Atlantic Airways, S.A., que dejó de abonar sus cotizaciones entre febrero de 2000 y mayo de 2002.
A efectos legales, Juan Ramírez “sigue presidiendo el Consejo de Administración” de la compañía aérea. Por tanto, tiene que hacer frente a sus deudas sociales. Como Ramírez no presentó alegaciones en tiempo y forma, deberá pagar la cantidad exigida antes del 20 de enero de 2007. De lo contrario, se iniciará un procedimiento de apremio, aunque le queda la posibilidad de interponer un recurso de alzada ante el director provincial de la Tesorería General.
La sociedad Air Atlantic S.L, que más tarde se convertiría en Atlantic Airways S.A., fue constituida en mayo de 1992 con un capital social de 42.070 euros. Tras dos ampliaciones, en 1999 el capital social de la empresa asciende a 1.202.024 euros.
En 2000, se conforma un Consejo de Administración para gestionar la sociedad, en el que figuran, además de Ramírez: Nicolás Albarracín, Gustavo Albarracín, Wilebaldo Luis Yánez, María Inmaculada Pérez, María del Pino Hernández y Laura Ramírez.
A partir de entonces empiezan a acumularse deudas por impago de las cotizaciones al Régimen General de la Seguridad Social. Paralelamente, se acumulan pérdidas hasta que la compañía se queda con sólo 297.241 euros de fondos propios. A pesar de que el patrimonio se reduce a menos de la mitad del capital social, la empresa no se disuelve ni liquida su débito, como exige el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas.
Este misma normativa establece que “los administradores responderán frente a la sociedad, frente a los accionistas y frente a los acreedores sociales del daño que causen por actos y omisiones contrarios a la Ley o los estatutos o por los realizados incumpliendo los deberes inherentes al desempeño del cargo”. En este caso, el dedo acusador apunta directamente a Juan Ramírez.
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