Según diariodelanzarote.com:
Los campistas tendrán que buscarse otro sitio. El camping de Papagayo, el único en condiciones de que dispone Lanzarote, genera unos ‘costes inasumibles' para el Ayuntamiento de Yaiza, que este miércoles ha anunciado que este año no abrirá sus puertas, ni en Semana Santa ni en verano.
El Ayuntamiento, presidido por
Gladys Acuña, aseguró que se ha visto obligado a adoptar esta medida “
debido a los elevados costes que suponen la apertura y el mantenimiento de la instalación durante los meses de máxima afluencia de campistas”, cuando se llega a concentrar un millar de personas.
Según un estudio económico elaborado por técnicos del Consistorio, el camping de Papagayo es “claramente deficitario” toda vez que los gastos superan “ampliamente” a los ingresos.
El año 2007, entre Semana Santa y el mes de septiembre, periodo en el que permaneció abierto el camping,
el Ayuntamiento ingresó 246.407 euros en concepto de alquiler de las parcelas en las que se instalan las casetas y caravanas. Los datos del año pasado son algo más bajos.
Los ingresos constituyen una cantidad considerable,
pero que apenas sirve para cubrir aproximadamente un tercio de los gastos, que ascendieron a 716.000 euros. El pago de las nóminas del personal específico, el combustible, el alquiler del grupo electrógeno y el consumo de agua son los principales costes del camping.
El Ayuntamiento aseguró este miércoles que las tarifas “idóneas” para el camping de Papagayo son las de 14 euros por noche para la parcelas pequeñas y 25 para las grandes, mientras que el Consistorio tiene vigentes 4 euros para la parcela pequeña y 7 para las grandes.
La alcaldesa reconoce que la medida de cerrar el camping va a traer cola: “somos conscientes de que costará entender y aceptar esta decisión a los cientos de personas que acuden cada año fieles a su cita con el camping y las playas de Papagayo, pero la situación económica del Ayuntamiento de Yaiza nos obliga a adoptarla”, admitió.
La alcaldesa añadió que no pueden “hacer frente en solitario al coste que supone tener un camping abierto para el disfrute de todos los ciudadanos de Lanzarote y del resto de islas del archipiélago”.
“Con estos datos y la ausencia de ayudas es prácticamente inviable mantener abiertas las puertas del camping”, señaló Acuña, quien apuntó que permanecen “
abiertos a cualquier sugerencia externa que se nos quiera hacer llegar porque, evidentemente, nuestra intención no es la de perjudicar los intereses de los campistas”.
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