Fuente diariodelanzarote.com:
Balón de oxígeno para los vecinos de Valterra. La Audiencia Nacional acaba de dictar sentencia contra la pretensión de la empresa Incagolf, que se hizo con los derechos de la antigua conservera Rocar, de que la Justicia le reconociese la propiedad de unas 20 viviendas en el tradicional barrio marinero de Arrecife, construidas en los años 50 del pasado siglo por iniciativa del Instituto Social de la Marina.
La sentencia viene a dar un respiro a los vecinos, que se anotan un tanto en el pleito abierto sobre la titularidad de un total de 70 de las 200 casas de Valterra, que reclaman en los tribunales las antiguas conserveras Garavilla, Rocar y Ojeda, o empresas que las han sustituido en los últimos años.
El interés especulativo que se cierne sobre Valterra no es nuevo y lleva tiempo preocupando a los vecinos, muchos de avanzada edad, que hace más de medio siglo que vienen ocupando unas
viviendas construidas a partir de 1955. En agosto de ese año se firmó el convenio de colaboración entre el Instituto Social de la Marina y Rocar para financiar la construcción de un grupo de 20 viviendas que tenían como destino “los pescadores de Puerto Naos”.
Entre las condiciones del acuerdo se estipulaba que una vez que se amortizasen las obras, el organismo estatal, dependiente hoy en día del Ministerio de Empleo, transferiría a la Rocar “o a los beneficiarios de las viviendas, según los casos, el pleno dominio de los terrenos ocupados por las edificaciones”.
En abril de 2008, Incagolf exigió al Instituto Social de la Marina que le otorgase la escritura de propiedad del bloque de viviendas, pero la respuesta fue negativa: se dio por rescindido el convenio por “incumplimiento” de la antigua Rocar en cuanto a las obligaciones que había asumido para la construcción de las casas. Lo mismo hizo el organismo con el resto de conserveras, que han llevado sus reivindicaciones hasta la Justicia, sin éxito por el momento.
En el caso de las 20 viviendas asignadas en la década de los 50 a las familias de trabajadores de Rocar, la Audiencia Nacional ha rechazado el recurso judicial por entender que en el litigio no se puede aplicar la jurisdicción contenciosa, reservada a discrepancias entre la Administración y un particular, sino la vía civil, por tratarse de un pleito “que se ventila” para determinar a quién corresponde el “derecho de propiedad” de las casas.
La sentencia es firme, pero no cierra la puerta de forma definitiva a que Incagolf continúe la batalla legal.
Las 20 viviendas sobre las que se acaba de dictar sentencia por la Audiencia Nacional han cambiado de manos en la última década en un par de ocasiones, a pesar de que las familias que las disfrutan no se hayan dado ni cuenta y, lo más importante, aunque la Justicia está considerando esas transacciones papel mojado.
Así, Rocar, que pasó a denominarse Tecnocar Canarias en 2001, “cedió y transmitió” a la empresa Residencial Puerto Naos las casas en mayo de 2002. En julio de 2005 se volvieron a vender las viviendas a Incagolf 21, que ahora se denomina ATM Integrity Arquitectura e Ingeniería. Estas últimas mercantiles tienen su sede en Las Palmas.
El Parlamento ha aprobado recientemente una iniciativa, a instancias del diputado David de la Hoz (CC) para que se inste al Gobierno central a “mediar en el litigio existente” por la titularidad de las viviendas de Valterra. El objetivo es que se lleven a cabo “los trámites legales oportunos” para reconocer la titularidad a favor de las familias de los trabajadores del sector pesquero o quienes hayan adquirido “de buena fe” las casas en las últimas décadas.
En la Cámara regional también se acordó “poner a disposición de los afectados el asesoramiento que le sea necesario para hacer valer sus derechos y poder consumar su acceso a la titularidad de la propiedad”.