Según Diario de Lanzarote:
Gestagua, empresa que participó en el procedimiento negociado y a la que finalmente no se le adjudicó el contrato para hacerse con Inalsa, considera que ese proceso ha sido irregular e incluso lo califica como una “tomadura de pelo”. Se trata de un procedimiento “negociado orientado para justificar la oferta de Canal de Isabel”, que fue la oferta ganadora, señalan fuentes de la empresa, que consideran que no hubo ni transparencia ni publicidad y que “el Cabildo ya estaba casado con el Canal”.
Según esta empresa, “el Cabildo no ha cogido la mejor oferta porque han podido sacar más y no han querido”. “Nuestro punto fuerte -dicen- era el canon B [porcentaje variable sobre los resultados de la empresa] y no quisieron mejorarlo”. De hecho, consideran que la negociación no ha concluido porque no han tenido respuesta de su última oferta.
Directivos de Gestagua, del Grupo Saur, que controla el agua en Las Palmas de Gran Canaria, dicen que su único interlocutor ha sido el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, con quien tuvieron dos reuniones presenciales y una llamada de teléfono.
Esta empresa considera que el Cabildo no tenía interés en superar su oferta, ya que podía haber solicitado que mejoraran algunos aspectos y no lo hizo, y que el proceso no ha sido negociado porque ellos no conocían la oferta de la otra empresa para poder mejorarla.
Gestagua pone de manifiesto que el director de PWP, la consultora que hizo el pliego de condiciones para el concurso de la privatización de Inalsa y que también ha informado sobre los aspectos técnicos en el proceso, Gaspar Cienfuegos-Jovellanos, era hasta 2008 directivo de Canal de Isabel II y consideran que no debía haber intervenido en el proceso.
Señalan, además, que el estudio económico sobre Inalsa incluido en ese pliego está basado en una mentira. Según PWP, el 22,5 por ciento del agua desalada no se factura por fraude. “Es evidente -dicen- que el problema no es ese, es desproporcionado y no es creíble”.
Según Gestagua, que envió a seis técnicos a la Isla durante cuatro días, gran parte de las pérdidas obedecen al mal estado de la red por la desidia en la gestión y al uso de materiales no adecuados en esas tuberías que provocan múltiples fugas. Sus directivos creen que en un plazo de dos años las pérdidas pueden descender, como mucho, en un 10 por ciento, pero no en la proporción que espera Canal de Isabel II.
“Si en un año”, señalan, “no consiguen facturar 15 millones de metros cúbicos (actualmente se facturan 10) y se quedan en 11 o 12 subirán las tarifas alegando que peligra el equilibrio económico financiero de la empresa”. “Las condiciones de la concesión hacen que sea inevitable”, aseguran.
En algo al menos coincide la Mesa social para la defensa del agua pública y una de las empresas que optó a la privatización de Inalsa.
Para Gestagua, tampoco es creíble la inversión de 54 millones en cinco años. “No se pueden justificar esos números de inversión sin ahorro de costes y sin que la facturación crezca mucho”, dicen, y añaden que “cuesta mucho creer que se vayan a poner por escrito en el contrato las inversiones a realizar, tanto las obras como el coste y el plazo”.
Fuentes de Gestagua dudan de la inversión del Canal y reiteran que el Cabildo no les instó a que hicieran una oferta parecida. Esta empresa se limitó a aceptar la inversión mínima de 15 millones. “Si invierten 54 millones -dicen- es la ruina del Canal pero no en Lanzarote sino de toda la empresa en Madrid. Es sorprendente, no se lo cree nadie que vayan a invertir eso”.
Gestagua mantiene que su oferta económica es mejor porque ofrece el pago de 22 millones en un año, mientras que Canal pagaría 15 a la firma y no hace el siguiente pago hasta el segundo año. Destaca que uno de los cánones (el denominado canon B) garantizaba para el Cabildo el 20 por ciento de lo facturado por encima de lo que ahora se factura (10 millones de metros cúbicos) y que puede suponer “muchísimo dinero” si se cumplen las previsiones de facturación del pliego de condiciones.
Destaca, igualmente, que primero los acreedores deberán aceptar o no este contrato con el Canal o discernir si es la oferta más ventajosa y que la última palabra la tiene el juez. Fuentes de la empresa insisten en que no ha sido un procedimiento negociado porque nadie conocía las otras ofertas, y los acreedores deberían conocerlas.
La empresa Gestagua coincide con la plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II de Madrid. Consideran que esta operación de Lanzarote sirve para preparar a la empresa para su venta. Gestagua considera que se expande la empresa y la hace más atractiva para el comprador pero va con contra de los intereses de la compañía.
“Se va a depreciar en unos 150 millones de euros que puede ser el coste de la operación de riesgo que asumen en Lanzarote”, aseguran fuentes de Gestagua, que destacan que Canal hace una competencia desleal porque le exigen un margen de beneficio menor por ser pública y destacan que Canal ni siquiera se interesó por la visita técnica durante el concurso y después aparece en el procedimiento negociado.
Gestagua asegura que “Canal subcontrata entre el 75 y el 80 por ciento de lo que hace”. Los siguientes pasos de Gestagua serán pedir la oferta del Canal y estudiarla y no descartan judicializar el asunto, “aunque es algo que de momento ni se ha planteado”.
La plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II considera que hay una triquiñuela legal para subir el agua antes del 2016, y es que se permitiría la subida si peligra el equilibrio económico financiero de la concesión. “La experiencia nos dice que hay muchas posibilidades de que sea utilizada”, señalan. La plataforma cree que es una burla que una empresa pública vaya a dilapidar 105 millones de euros en Lanzarote “en una operación innecesaria”.