Fuente La Provincia:
La proliferación de terrazas en negocios de restauración del centro de Arrecife, que han llevado aparejadas la ampliación de aceras y la eliminación de, al menos, unas 50 plazas de aparcamientos en el centro y los barrios de la ciudad, suscita el malestar de los residentes al disponer de menos espacios para estacionar sus vehículos en las vías públicas.
Un ejemplo de ello son las obras que ejecutan desde comienzos de esta semana en la calle José Antonio el dueño de cuatro locales y los restauradores que han apostado por instalar mesas y sillas en el exterior para intentar atraer más clientes a sus establecimientos y "darle vida a la zona".
Orlando Ortega, propietario de Lillium, comentó ayer que con el ensache de la acera, necesario para que la actividad hostelera no interfiera el tránsito de los peatones,
se eliminarán "una decena de estacionamientos en José Antonio". Añadió que "
intentamos estimular un poco más la economía embelleciendo el sitio. Estamos abocados a ser una gran capital y como en otros lugares las terrazas ayudan a dinamizar el entorno urbano".
No obstante, Ortega considera que el ayuntamiento debe establecer unos criterios para armonizar la estética de este tipo de negocios al aire libre y evitar así una disparidad de instalaciones.
Daniel Ferreira y Antonia Gil, vecinos de los alrededores de José Antonio, se preguntaron "dónde se van a poner ahora los coches en una ciudad en la que los aparcamientos son vez más escasos".
En opinión de Carlos Mórtola, camarero de El Cortadito, "es necesaria la apertura de más locales para que se genere más vida, pues en José Antonio se han cerrado ya varios negocios". Uno de los que ha elegido esa arteria de Arrecife es
Silverio Jiménez, dueño de El Granaíno,
que también optó por hacer obras en la acera para colocar sillas y mesas, en detrimento de tres o cuatro huecos para estacionar.
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A mí me ha valido la pena hacer la inversión porque ahora tengo más clientes y además, he ampliado la plantilla de cuatro a seis trabajadores. El ayuntamiento cobra ahora por el mobiliario y antes no tenía nada por tener los coches aparcados", apuntó Jiménez.
Mariola García y Paola delgado residen en la avenida Doctor Ruperto González Negrín, a escasos metros del antiguo Parador de Turismo. Las dificultades para estacionar sus vehículos se han incrementado después de que "
el restaurante La Taberneta eliminara cerca de quince plazas para poner mesas y sillas sin pensar en los residentes".
Alternativa Ciudadana, partido en la oposición, ya ha preguntado al grupo de Gobierno (CC y PSOE) por "los criterios para eliminar no solo estacionamientos sino también zonas de carga y descarga" y por "los elementos estéticos que se exigen", señaló el edil Domingo García. Precisó que "
los empresarios se sirven de macetas, tablones, barricas y otros elementos para delimitar sus terrazas, como ocurre en las calles Guenia y Aniagua o en la avenida".
Según García, "las quejas de los vecinos cada vez son mayores, no solo en el centro sino también en barrios como Argana y Titerroy".
El presidente de la Asociación de Vecinos de Titerroy, Ismael Montero, aseveró que "
hay calles por las que no se puede ni caminar". Cree que "la prohibición de fumar dentro de los bares y el buen clima anima a los empresarios a ampliar sus negocios a las calles".