Según La Voz de Lanzarote:
El exsecretario del Ayuntamiento de Arrecife, Felipe Fernández Camero, cargo que desempeñó entre 1976 y 2005, fue "imprescindible" para poder amañar el concurso de basura de la capital a favor de Urbaser y por el que la Audiencia Provincial lo ha condenado a diez años y medio de prisión.
La sentencia judicial revela también que el propio Felipe Fernández Camero pidió al gerente de TECMED en Lanzarote, Jacinto Álvarez de la Fuente, que se le pagaran un viaje. El destino escogido fue Kenia. Así pues, Álvarez entregó a Camero 14.000 euros en efectivo tras recibir varias llamadas del secretario del Ayuntamiento.
En los cuadernos de notas de Jacinto Álvarez se recoge la siguiente cita: "Felipe me tiene perseguido con los billetes del viaje, me ha llamado hoy alrededor de tres o cuatro veces", escribió el 26 de noviembre de 2003. Por otra parte, también añadió "
Fernández Camero está insoportable con el viaje, vaya un montón de mierda por 800 euros que cuestan los ha revuelto y vaya soberbia de un individuo que se ha hecho rico chupando el incorrupto".
Así pues, poco después Urbaser cubrió cuatro billetes de avión ida y vuelta entre Madrid y Lanzarote con motivo del mismo viaje, que partía de la capital española. En total, el monto del viaje costó 15.653,88 euros.
En este caso, la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas, ante la que cabe recurso de casación, revela que
Camero contravino los deberes propios de su cargo como secretario del Ayuntamiento y "vulneró de forma grosera" su deber de custodiar la documentación "íntegra" de los expedientes que estaban incluidos en el concurso por el que se adjudicó de forma fraudulenta a Urbaser.
Así pues, la Sala concluye que Felipe Fernández Camero "facilitó" de forma "plenamente consciente" al entonces jefe de la Oficina Técnica de Arrecife Rafael Arrocha (desde 1986) el acceso a documentación secreta para conocer qué empresa quedaba mejor colocada en el concurso. En este caso, al descubrir que no era Tecmed, lo comunicó a la entonces alcaldesa María Isabel Déniz (2001-2007), quien le pidió que arreglara "eso como sea".
Juan Rafael Arrocha informó a Tecmed (ahora Urbaser) y esa información sirvió luego a la empresa para presentar una nueva oferta, más favorable, ya una vez cerrado el plazo de presentación de proyectos.
La Sala estima que Camero "infringió su deber de custodia" al permitir que el jefe de la Oficina Técnica diera cambiazo a la oferta inicial por una más favorable a Urbaser. Para ello, abrió la oficina por la tarde, fuera del horario ordinario para sustituir el material.
Luego, fue el propio jefe de la Oficina Técnica quien, a través de un informe favorable, adjudicó el contrato de residuos urbanos y sólidos del Ayuntamiento a Urbaser con un concurso amañado. Para dicha Sala de la Audiencia Provincial este informe es "determinante y decisivo" en la adjudicación. Además no solo se aprobó entonces el contrato de basura sino que también se añadió la ejecución de dos obras no contempladas en el pliego.
La Sala estima que Arrocha actuó gracias al "concierto" que mantuvo con el acusado Felipe Fernández Camero, quien le "reveló información reservada" y le "permitió" extraer documentación bajo su custodia. Al mismo tiempo, resalta que Camero "contribuyó eficazmente" a darle al expediente falseado "la apariencia de total legalidad", con su firma y expedición de certificados. Además, de que su actuación fue "esencial para que el engaño no quedara al descubierto".
La sentencia revela que Isabel Déniz, Felipe Fernández Camero y Juan Rafael Arrocha actuaron de "manera clandestina y corrupta" para amañar el concurso y no "despertar sospechas". Así pues, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial añade que el entonces secretario del Ayuntamiento "omitió sus deberes" al no responder con la verdad en la licitación del contrato más importante por la cuantía del año 2022. Camero "falseó la realidad al ser plenamente consciente del amaño" al haber exigido un viaje a una de las empresas competidoras.
Por su parte, por amañar el concurso, el jefe de la Oficina Técnica, Juan Rafael Arrocha, recibió entre 2002 y 2007 el total de 180.000 euros en diferentes pagos en efectivo, así como diversos regalos como relojes de lujo.
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