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NotaPublicado: Vie 28 Abr, 2006 4:02 pm 
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Según lavozdelanzarote:

Los vecinos de Las Caletas, cansados de protestar ante las administraciones por las acciones altamente contaminantes de la central eléctrica de Unelco en Punta Grande sin que nadie les escuche ni se tomen medidas correctoras, decidieron presentar hace un año un recurso ante la Justicia. Sin medias tintas, piden en esa presentación el cierre de la central eléctrica. El proceso judicial va por buen camino para esos vecinos: el Ministerio Fiscal ha emitido en este mes de abril un contundente informe, donde apoya la solicitud de cierre de la central de Unelco, por los perjuicios que causa a quienes viven en una zona que era un "paraíso" cuando ellos llegaron, ya que no había ninguna industria en kilómetros a la redonda.

La única central de producción de energía eléctrica de Lanzarote, la que Unelco Endesa tiene en Punta Grande, está en la mira de la Justicia. Una demanda de los propietarios de las viviendas que están en sus inmediaciones solicitando su cierre inmediato está prosperando. El Ministerio Fiscal ha emitido un informe en el que da la razón a los vecinos, instando por lo tanto al cierre de la central, por el menoscabo de los derechos fundamentales de las personas, ante la acción “altamente contaminante” de las instalaciones de Unelco. En este tipo de casos, el informe de la Fiscalía suele tener un gran peso en la resolución de la causa, que se estima puede conocerse antes de mediados de año.

La lucha de los vecinos de Las Caletas, el núcleo poblacional colindante con las instalaciones de Unelco, situado en el límite entre Arrecife y Teguise, viene siendo librada desde el año 1998, con la presentación de numerosas reclamaciones, quejas y denuncias ante el Ayuntamiento de Arrecife (término municipal donde están las instalaciones eléctricas), el Cabildo de Lanzarote e inclusive en la Policía. Pero la institución que es la que legalmente tiene que dar una respuesta, que es el Consistorio capitalino, ha desoído estas reclamaciones, según denuncian los vecinos, pese a que varios informes de esa y otras administraciones corroboran la acción altamente contaminante de la central, producida sobre todo por las emisiones de gases y los fuertes ruidos y vibraciones, superando en todos los casos los límites permitidos, como así también los vertidos al mar.

Por eso, los vecinos -agrupados en las Asociación Las Caletas para la Defensa del Medio Ambiente (Acapam)-, cansados de esperar las medidas correctoras por parte de la Administración que nunca llegaron, según afiorman, presentaron hace un año una denuncia judicial, que tramita el Juzgado de la Contencioso Administrativo Número 3, solicitando el cierre de la central eléctrica, porque sus emisiones contaminantes “vulneran el derecho a la integridad física y moral, el derecho a la intimidad personal y familiar y el derecho a la inviolabilidad del domicilio”, según sostienen en la demanda.

En el marco de ese proceso judicial, el pasado día 5 de abril el Ministerio Fiscal emitió su informe, dando la razón a los vecinos por uno de los aspectos por los cuales han presentando la demanda. “Se interesa la estimación del recurso interpuesto, por la existencia de una exposición prolongada a unos determinados niveles de ruido, que puede objetivamente calificarse como evitable e insoportable, impidiendo y dificultando gravemente el libre desarrollo de la personalidad, (...) lesionando el derecho fundamental a la intimidad personal y familiar en el ámbito domiciliario, en la medida en que está impidiendo y dificultando gravemente el desarrollo de la personalidad”, concluye el informe del Ministerio Fiscal. Un informe, en definitiva, lapidario para Unelco.

Una paz alterada
La historia del núcleo poblacional de Las Caletas se remonta a los años 50, cuando se construyeron las primeras casas junto a la ensenada, prácticamente “en medio de la nada” por aquel entonces. Allí vivían pescadores y personas que trabajan en las salinas de esa zona. El núcleo poblacional fue creciendo, hasta alcanzar actualmente unas 50 casas, donde viven unos 200 vecinos, mientras que varios más tienen allí sus segundas residencias, donde van -o iban- a pasar el verano.

Esa paz comenzó a verse alterada cuando a mediados de la década del 80, fue instalada en la zona la central eléctrica de Unelco, en una parcela ubicada en Punta Grande. A medida que Lanzarote fue creciendo en población, fue aumentando correlativamente el consumo eléctrico, y con ello, la compañía energética fue aumentando sus instalaciones. Y con ello, fueron creciendo los problemas para los vecinos. Según la denuncia, Unelco ha realizado esas ampliaciones sin que el Ayuntamiento le otorgara las correspondientes licencias, como ha admitido en algunos casos el propio Consistorio, que no obstante no ha adoptado ninguna medida correctora, según se quejan los vecinos.

Además, señalan que la compañía no ha adoptado las medidas necesarias para reducir su acción contaminante, ya que existe la tecnología necesaria para que una central de este tipo no sobrepase los límites permitidos de emisiones que contaminan, aunque tiene un coste elevado.

Diez focos contaminantes
En la actualidad, en la central de Punta Grande hay diez focos contaminantes, que emiten gases muy nocivos, como el dióxido de azufre y el dióxido de nitrógeno, con niveles muy superiores a los permitidos según diversos estudios técnicos, y que pueden afectar gravemente el sistema respiratorio. Pero lo peor para los vecinos son los ruidos y las vibraciones causados día y noche por el funcionamiento de esta central térmica.

El Ayuntamiento de Teguise (término municipal donde está la mayoría de las viviendas afectadas, en el límite con Arrecife), realizó una medición de esos ruidos en mayo de 2003, comprobando según el informe de ese Consistorio que se “superan los límites máximos establecidos” en la ordenanza municipal. En concreto, el máximo de día en un ambiente exterior es de 55 dBA, llegándose a medir hasta 66,3 dBA en algunas zonas cercanas a la central. En el interior de una vivienda, el máximo permitido es de 35 dBA de día, y en las más cercanas a la central se midieron hasta 45,5 dBA. Otras mediciones, realizadas a instancias del Ayuntamiento de Arrecife y del Cabildo, arrojan resultados similares.

Ante esto, el Ministerio Fiscal, en el marco de la demanda interpuesta por los vecinos, considera en su informe del pasado 5 de abril que “resulta acreditada una exposición prolongada a unos determinados niveles de ruido”, al tiempo que destaca que “ha existido una omisión por parte del Ayuntamiento de Arrecife en el cumplimiento de su obligación de velar por el bienestar de los ciudadanos”, el cual por el contrario “ha consentido la continuación de tal situación, con el perjuicio que se le está causando a los vecinos de la localidad”. Ante esto, insta al Juzgado a que de curso a la solicitud de cierre inmediato de la central eléctrica de Unelco en Punta Grande.

LOS DAÑOS A LA SALUD
Las emisiones contaminantes de Unelco que superan los límites permitidos según los estudios hechos tanto desde el ámbito público como del privado, y pueden causar daños a la salud, se pueden dividir en los relacionados con la emisión de gases y aquellos que tienen que ver con ruidos y vibraciones. Sobre el primero de estos aspectos, las centrales térmicas como la de Punta Grande liberan dióxido de azufre, que en cantidades elevadas, resulta irritante para los órganos respiratorios internos, afectando principalmente el sistema respiratorio y a la conjuntiva.

Otro de los gases que se estableció es liberado por esa central en proporciones muy por encima de lo permitido es el dióxido de nitrógeno, que es tóxico y afecta al sistema respiratorio, provoca irritación nasal, incomodidad respiratoria y dolores respiratorios agudos. Se han detectado también partículas en suspensión, que pueden llegar a fijarse en las paredes internas de los conductos alveolares, siendo especialmente problemático sobre todo en aquellas personas que presentan cuadros alérgicos.

En cuanto al ruido, que en los aledaños de la central eléctrica de Punta Grande se aprecia claramente a cualquier hora del día y en un radio de 500 metros, con niveles acreditados que superan hasta en un 20 por ciento los límites permitidos, también es causa de daños importantes a las personas.

Según la Organización Mundial de la Salud, el sometimiento a un ruido elevado es similar al asociado al miedo y a la tensión, con un aumento de las pulsaciones, modificación del ritmo respiratorio, tensión muscular, presión arterial, resistencia de la piel, agudeza de visión y vasoconstricción periférica. Puede además afectar la salud mental y al sistema cardiovascular, con riesgo coronario, y al aparato digestivo, con un incremento e la enfermedad gastroduodenal, al dificultar el descanso.

UN TRASLADO QUE NO PROSPERA
El traslado de una nueva central eléctrica de Unelco a otro sitio de la isla cuando fuera necesaria su ampliación estaba contemplado en el marco legal insular desde hace quince años, pero hasta ahora nada se sabe al respecto, ni siquiera sobre el suelo que el Cabildo debía gestionar a tal fin, según se quejan los vecinos de la actual central.

Lo habitual y recomendado es que las centrales eléctricas se emplacen en lugares altamente industriales y alejados de cualquier foco habitado, para minimizar sus efectos contaminantes. Sin embargo, la distancia entre la central eléctrica de Punta Grande y el núcleo poblacional más cercano es de apenas unos metros, existiendo inclusive media docena de viviendas que colindan directamente con los muros de la parcela de dicha central.

Por otra parte, la demanda judicial interpuesta por los vecinos de Las Caletas afirma que las ampliaciones de esta central eléctrica se han ido ejecutando sin las necesarias licencias y contravienen una parte de las determinaciones de planeamiento del Plan Insular de Ordenación de Lanzarote y del Plan General de Arrecife. A su vez, se señala que esa ampliación requería también la redacción de un Plan Especial Específico, según establece el Plan Insular de 1991, que además señala que “complementariamente a dicha ampliación, Unelco y el Cabildo gestionarán el suelo necesario para la realización de una nueva central”. Sin embargo, no se redactó ningún Plan especial ni se buscó una localización alternativa, según destaca un muy completo informe técnico elaborado por el estudio de proyectos de ingeniería de Olga Rubio Socorro, en septiembre pasado.

QUÉ ES UNA CENTRAL TÉRMICA
Las instalaciones que posee Unelco Endesa en Punta Grande constituyen la única central de producción de energía eléctrica que hay en toda la isla, ya que las otras son subestaciones de apoyo. Se trata de una central térmica, denominación que tiene una instalación de producción de energía eléctrica cuando ésta se genera por medio de máquinas motrices térmicas, como turbinas de vapor y motores diesel, y que generan una serie de residuos sólidos, líquidos y gaseosos

ZONA ESTRATÉGICA DE PRODUCCIÓN
La zona de la ensenada de Punta Grande, situada exactamente en el límite de los términos municipales de Arrecife y Teguise, se ha ido convirtiendo poco a poco desde los ’70 en una zona estratégica de producción de energías y suministros básicos, ya que allí se producen la mayor parte del agua que consume la isla, en la depuradora de Inalsa, y la energía eléctrica que llega a toda Lanzarote, y además se almacena en los depósitos de la Dissa el petróleo y el gas.

El emplazamiento de esas instalaciones en ese sitio se debió, fundamentalmente, a su proximidad con el muelle comercial de Arrecife. No obstante, en esa zona ya existían las primeras viviendas de Las Caletas, que son muy anteriores a esas grandes centrales de producción, y ahora toda la zona aledaña a Unelco, Inalsa y la Dissa está completamente urbanizada.

LOS VERTIDOS AL MAR, OTRA PREOCUPACIÓN
Las instalaciones de Unelco Endesa en Punta Grande, además de producir ruidos, vibraciones y gases contaminantes, también afectan a su entorno de otras maneras. Una de ellas la constituyen los vertidos al mar, ya que ante las necesidades de refrigeración, las centrales térmicas emplean ingentes cantidades de agua, captada en este caso desde el mar, y que es devuelta al medio marino después de sufrir un salto térmico significativo. Para ese proceso, existe un emisario submarino de 150 metros, que desemboca en la ensenada de Las Caletas.

Para garantizar que esta actividad no produzca un impacto importante, es imprescindible estudiar y hacer un seguimiento de lo que se vierte al mar, ya que dichos sistemas pueden verse afectados por esa polución térmica. Sin embargo, “no existe ningún estudio realizado por el Servicio de Biodiversidad de la Dirección General de Política Medioambiental ni de Sanidad que verifique la calidad de las aguas, que son de uso para baño”, destaca el informe técnico elaborado en septiembre pasado por el estudio de la ingeniera Olga Rubio Socorro.

El informe pone en duda además los estudios aportados al respecto por Unelco, que consideran que el emisario no afecta las aguas. “Es un hecho el que se haya dejado de utilizar la ensenada para el baño, pudiéndose apreciar la degradación de la costa hoy en día respecto a la situación anterior a la instalación de la central”, agrega el informe.


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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com