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NotaPublicado: Sab 05 Feb, 2005 1:44 pm 
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La protección noruega contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos

El litoral noruego es una de las zonas del mundo que mayores retos presenta a las intervenciones contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos. En esta latitud nórdica, las condiciones meteorológicas y la luminosidad varían enormemente. Mientras que algunas regiones del país tienen clima ártico, las zonas costeras de Noruega continental se caracterizan por su inviernos templados, con temperaturas medias por encima de cero. La longitud del litoral de tierra firme es de 25.148 km (inclusive los fiordos y las bahías). En total, contando los fiordos, las bahías y las islas, el litoral noruego tiene una longitud de 83.281 km. Dadas estas condiciones geográficas, no es exagerado decir que supone un verdadero reto mantener un potencial y un sistema de intervención operacionales y eficaces contra los vertidos de hidrocarburos.

Por Johan Marius Ly


El papel del Gobierno en la protección contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos

La protección noruega contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos se basa en el capítulo 6 de la Ley noruega de Control de la Contaminación, de 13 de marzo de 1981. La Ley parte del principio de quien contamina paga y determina las responsabilidades y obligaciones de la industria, los municipios y el Gobierno con relación a casos de contaminación accidental aguda (visite http://www.sft.no/english/ para más información).

La Autoridad Noruega para el Control de la Contaminación (Statens forurensningstilsyn, SFT) es una dirección general del Ministerio noruego del Medio Ambiente, responsable de la reglamentación de la protección contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos en Noruega, y de su coordinación en un sistema nacional de prevención de riesgos de contaminación de dicha índole. A ello se suma que la SFT está al frente de la organización y el mantenimiento en estado operacional del potencial de intervención en caso de contaminación. Esto incluye asimismo el control y supervisión de las operaciones llevadas a cabo por las industrias y los municipios. En el marco de sus responsabilidades, la SFT ha realizado recientemente una evaluación del riesgo medioambiental en la preparación para intervenciones de urgencia en casos de contaminación causados por buques. Además de mantener la propia capacidad de protección, la SFT organiza regularmente ejercicios de simulación y programas de entrenamiento para reforzar los sistemas de preparación para casos de emergencia del sector privado y de las instancias municipales y gubernamentales.

La industria y los transportes de Noruega

La industria del petróleo
En el Mar del Norte y el Mar de Noruega, se producen diariamente casi 3 millones de barriles de crudo, procedentes de las más de 50 instalaciones flotantes y fijas. Más del 90 % de esta producción se exporta, con lo que Noruega se sitúa en el tercer puesto mundial entre los países exportadores de petróleo crudo. El 10 % del PIB de Noruega y el 36 % del total de sus exportaciones se derivan de esta industria. Cada año se descargan alrededor de 2.500 toneladas de hidrocarburos, de las cuales el

90 % es agua de producción con un contenido medio de hidrocarburos del 25 ppm. El 10 % restante de este volumen anual procede de los 150 vertidos accidentales de hidrocarburos, que en su mayor parte consisten en descargas inferiores a 1 m3.

La industria continental
Además de las obligaciones generales que se especifican en la Ley de Control de la Contaminación, unas 80 industrias privadas han recibido de la SFT instrucciones relativas a la creación de un sistema de intervención individual. En base al análisis del riesgo medioambiental, se ha establecido un sistema de intervención especializado para ciertas empresas que incluye un plan de intervención en casos de emergencia, el entrenamiento regular del personal y el mantenimiento del equipo de lucha contra la contaminación. Empresas típicas de esta categoría son las terminales petrolíferas, las refinerías y las fábricas químicas. A los riesgos de contaminación industrial de Noruega se suman los más de 300.000 tanques subterráneos de almacenamiento de hidrocarburos, el 1 % de los cuales, se cree, puede sufrir fugas en cualquier momento.

El transporte marítimo
Dado que la población de Noruega vive muy dispersa, las pequeñas comunidades costeras dependen del transporte marítimo. Los productos del petróleo se transportan en barco hasta más de 400 instalaciones de almacenamiento, desde las que se distribuyen después por carretera. En 1998, el volumen total de mercancías transportadas por las rutas marítimas interiores de Noruega ascendió a 16 millones de toneladas. 3 buques se perdieron por completo. Otros 63 buques sufrieron desperfectos por encallamiento u otros accidentes. La cantidad de petróleo vertido por buques en 1999 totalizó los 223 m3, en 101 accidentes marinos

El transporte terrestre
En Noruega, el transporte de sustancias químicas y de productos derivados del petróleo se hace generalmente por ferrocarril, o por carretera. Cada año se producen unos 40 accidentes de cargas de productos del petróleo y de sustancias químicas que implican vertidos. Algunos de estos accidentes tienen un impacto medioambiental sobre los ríos y el suelo. En 1998, se transportaron por carretera 14,5 millones de toneladas de hidrocarburos y 4,5 millones de toneladas de sustancias químicas. La cantidad de petróleo vertida en el transporte por carretera en 1999 totalizó los 53,3 m3 de productos del petróleo en 28 accidentes y 4,2 m3 de productos químicos, en otros 5 accidentes.

La estrategia de la protección noruega contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos

La protección noruega contra la contaminación grave por vertidos de hidrocarburos se basa fundamentalmente en los principios siguientes:

o El punto de enfoque se pondrá en las medidas preventivas.
o Se dará prioridad a la recuperación por medios mecánicos tan cerca como sea posible de la fuente del vertido.
o Los dispersantes deben utilizarse cuando la recuperación por medios mecánicos sea imposible, o bien en combinación con ésta, cuando no se pueda lograr un beneficio medioambiental neto.
o Los medios de recuperación de hidrocarburos se reforzarán en función de la evaluación de los riesgos efectuada en 2001.
o El Plan Nacional de Contingencia se basa en la utilización de guardacostas y buques "de oportunidad", es decir buques que normalmente se usan para otras actividades, como por ejemplo el abastecimiento de instalaciones en alta mar, remolcadores, buques de pesca, etc.
o Todos los recursos nacionales para la protección contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos (privados, municipales y estatales) podrán movilizarse, de ser necesario.
o Existirá una cooperación estrecha entre todas las partes implicadas.

El Plan Nacional de Contingencia

La Ley noruega de Control de la Contaminación prevé que el Plan Nacional de Contingencia integrará la capacidad de intervención del sector privado (la industria) con la relativa a las colectividades locales y la de las instancias nacionales en áreas de responsabilidad específicas. Todas las organizaciones y todos los planes de contingencia estarán estandarizados y coordinados. En el supuesto de una situación de emergencia de gran envergadura, el Plan Nacional de Contingencia actuará de organización integradora de la preparación, la intervención y la lucha contra la contaminación.

La protección por parte de la industria privada
Las empresas que causen considerable contaminación por vertidos de hidrocarburos están obligadas a establecer un nivel de protección adecuado. La SFT elabora prescripciones y supervisa las medidas de emergencia y de lucha contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos y otras sustancias peligrosas. Dichas prescripciones se aplican, en primer lugar, a las empresas que operan en la plataforma continental noruega, las terminales de crudo, las refinerías y las compañías distribuidoras de productos derivados del petróleo, e igualmente a las principales sociedades industriales.

En casos de accidentes graves de contaminación accidental por vertidos de hidrocarburos en alta mar, se activarán las fuentes de intervención que gestiona NOFO (Norwegian Clean Seas Association for Operating Companies, -www.nofo.no-, la Asociación Noruega para el mantenimiento de mares limpios que agrupa a las empresas petroleras operadoras en la plataforma continental noruega. NOFO dispone de 5 bases de recuperación de hidrocarburos dotadas de equipo y de personal de intervención. Esta infraestructura se suma a las medidas previstas por los acuerdos suscritos con los municipios y la SFT en cuanto a asistencia técnica y a la puesta a disposición de recursos durante las operaciones de recuperación y limpieza de los hidrocarburos. Dichos recursos deben permitir cubrir todas las actividades petroleras llevadas a cabo en la plataforma continental noruega. Si se produce un caso de contaminación marina accidental, el contaminador es responsable de poner en marcha todas las etapas de la intervención para limitar los daños y limpiar los hidrocarburos vertidos. Esta responsabilidad ilimitada se extiende a todas las intervenciones en alta mar, en mar próximo a la costa, en mar interior y en el litoral.

Además del Plan Nacional de Contingencia para combatir y controlar la contaminación accidental por vertidos de hidrocarburos que las empresas petroleras operadoras han establecido conjuntamente a través de NOFO, la SFT exige que cada operadora, individualmente, disponga de un dispositivo de emergencia en sus yacimientos petrolíferos para hacer frente a vertidos de hidrocarburos de menor envergadura. Esta protección constituirá igualmente un recurso de primer orden en supuestos de incidentes mayores.

Protección a nivel municipal
Noruega se divide en 34 regiones de intervención intermunicipales, cada una de las cuales tiene su propio plan de contingencia. Incumbe a las Autoridades locales tratar las contaminaciones accidentales de menor envergadura que se produzcan dentro de los límites municipales, y que se deban a una actividad normal, pero que no estén cubiertas por los acuerdos de intervención del sector privado. Las Autoridades locales, las unidades de bomberos, las Autoridades portuarias, etc., colaboran todas ellas en esta capacidad de intervención. A ello se suma el hecho de que las corporaciones municipales tienen la obligación de prestar ayuda a los servicios de intervención del Estado, con el fin de fortalecer su potencial en caso de marea negra.

Protección a nivel nacional
El Estado trata las contaminaciones por hidrocarburos que no estén cubiertas en la capacidad de intervención privada o a nivel municipal, lo que en la práctica significa derrames de hidrocarburos procedentes del transporte marítimo y vertidos importantes de fuentes sin identificar. El Estado puede también aportar recursos a operaciones de intervención gestionadas por el sector privado o la Administración municipal. Si la parte responsable de ejecutar las operaciones de intervención no cumple su cometido, le sustituirán en la gestión las Autoridades gubernamentales. El Estado se encarga igualmente de coordinar las capacidades de intervención del sector privado, de los municipios y de sus propios servicios, y de convertirlas en un sistema nacional de intervención en situaciones de emergencia. El Ministerio del Medio Ambiente ha delegado en la SFT la responsabilidad de organizar la capacidad de intervención del Estado.

Actualmente, esta capacidad se compone de los siguientes elementos:

o La Central para situaciones de emergencia por vertidos de hidrocarburos de la SFT, con sede en Horten y estaciones en Tromsø y Bergen.
o 15 centros de almacenamiento y de intervención de emergencia (equipo y personal).
o 4 buques de la marina gubernamental destinados al control de la contaminación por vertidos de hidrocarburos.
o 7 buques guardacostas equipados de material para la recuperación de los hidrocarburos.
o Una aeronave de vigilancia especialmente equipada, combinada con la vigilancia vía satélite.
o Acuerdos de asistencia en forma de personal y recursos concluidos con otras instancias gubernamentales y con la industria privada.
o Diversos acuerdos internacionales de asistencia regional en caso de marea negra, por ejemplo el Acuerdo de Bonn -www.bonnagreement.org- y el Acuerdo de Copenhague -www.hollver.is/kph/-

Cooperación con otras organizaciones gubernamentales

En incidentes que se refieran a buques en peligro, la SFT será responsable de todas las operaciones de eliminación de los hidrocarburos en el mar y de las medidas de descarga de emergencia de los buques, mientras que Sjøfartsdirektorat, la Dirección General de Transporte Marítimo de Noruega (DGM), será responsable de intervenir y garantizar la seguridad del buque. Por ello, la SFT y la DGT han desarrollado una estrecha cooperación en materia de operaciones destinadas a buques en peligro.

A nivel de Director General, existe un acuerdo entre la SFT, la DGM y la Dirección General de Costas de Noruega (Kystdirektoratet), cuyo objetivo es proporcionar un foro destinado a tomar y coordinar decisiones apropiadas en operaciones de lucha contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos en las que estén implicadas todas o alguna de estas direcciones generales. Ejemplos de dichas operaciones son las de descarga, remolque o varada de emergencia de buques en peligro.

Otro importante acuerdo a nivel de Director General es el celebrado entre la SFT y la Dirección General de Petróleo de Noruega (Oljedirektoratet). Su objetivo es proporcionar un foro destinado a tomar y coordinar decisiones apropiadas en operaciones de lucha contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos de gran envergadura, resultado de las actividades petroleras. Ejemplos de tales operaciones son las intervenciones en caso de reventón de pozo y otros derrames mayores en la producción de las instalaciones offshore (de alta mar).

Además, la SFT ha concluido un acuerdo con el Cuerpo de Vigilancia Costera y las Fuerzas Armadas de Noruega, relativo a la asistencia en forma de personal y equipo. En este acuerdo se basa la dotación permanente, a bordo de 8 buques guardacostas, de equipo de lucha contra la contaminación por vertidos de petróleo.

Equipo de lucha contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos

Equipo mecánico
De manera general, la estrategia nacional de Noruega otorga prioridad de primer orden al uso de equipo mecánico tan cerca de la fuente como sea posible. El equipo mecánico se compone de barreras flotantes y sistemas de recuperadores para contener y recoger de la superficie marina los hidrocarburos derramados.

Barreras flotantes
Las barreras flotantes se utilizan para evitar que los hidrocarburos se extiendan rápidamente por la superficie del agua al objeto de permitir su recogida mecánica. Se dividen en tres categorías según los valores de francobordo y calado; ligeras (barreras para uso portuario), medianas (barreras costeras) y pesadas (barreras de alta mar). Una barrera flotante consta, por regla general, de cinco elementos; el componente de flotación (francobordo), el faldón, el lastre, el elemento de tensión y el conector. El componente de flotación y el faldón están normalmente fabricados de un tejido impregnado de polímero (normalmente PVC); la fuerza de tensión y el peso del tejido varían según el uso y las dimensiones de la barrera flotante. El componente de flotación puede ser inflado con ayuda de un ventilador (o compresor) o bien ser autoinflable, o estar relleno de materia sólida flotante, como por ejemplo pellets de poliestireno expandido. Las barreras flotantes tienen que poder resistir a las fuerzas de remolque y el empuje dinámico de las olas. En mar gruesa, estas fuerzas pueden ser considerables cuando se trata de largas barreras flotantes de alta mar. Otro factor importante para el diseño de barreras flotantes es su capacidad de mantener el petróleo en caso de corriente. Generalmente, el petróleo comienza a escaparse por debajo de la barrera cuando las corrientes superan los 0,7 nudos. Una corriente cuya intensidad supere los 0,7 nudos producirá una mayor pérdida de petróleo. Recientemente, numerosos fabricantes han buscado el medio de aumentar la velocidad de remolque sin perder petróleo por debajo de la barrera. Esto ha dado lugar al desarrollo de nuevos diseños de barreras flotantes y soluciones que han demostrado ser capaces de contener petróleo a velocidades de hasta 4 ó 5 nudos.

Recuperadores (desnatadores)
En general, el principio de trabajo de los recuperadores permite clasificarlos en dos categorías principales: por adherencia y por centrifugado.

El principio del recuperador por adherencia permite al petróleo adherirse a la superficie giratoria del aparato, de preferencia en el agua. La superficie giratoria levanta el petróleo del agua y lo conduce a un instrumento de desaceitado (rasqueta, cilindro, etc.). Los recuperadores que funcionan según este principio están equipados de mopas, cintas, cepillos, discos o tambores.

El principio de funcionamiento de los recuperadores por centrifugado es el flujo libre del petróleo en el dispositivo. Este sistema se basa en dos nociones de física: la diferencia de densidad entre el petróleo y el agua, y la fuerza de gravedad. El funcionamiento del dispositivo de centrifugado depende de las características del flujo del dispositivo, de la densidad del petróleo y su viscosidad, y de la capacidad de la bomba.

Dispersantes
Los dispersantes se usan para eliminar los hidrocarburos de la superficie marina por medio de incrementar su tasa de dispersión natural, impidiendo con ello que alcancen el litoral. Una vez diluidos en el agua, los hidrocarburos están más en contacto con la acción natural de los microorganismos, por lo que son más fácilmente biodegradables que dejados a la deriva sobre la superficie del mar.

¿Qué son los dispersantes y cómo influyen en la marea negra?
Los dispersantes son una mezcla química de agentes tensoactivos (o surfactantes) en un disolvente. Están destinados a reforzar la degradación de la marea negra en gotitas muy pequeñas que se dispersan de forma natural en el mar. Los surfactantes son componentes activos que tienen una estructura molecular similar a la del detergente, dado que sus moléculas están a la vez formadas por secciones oleófilas e hidrófilas. Los dispersantes modernos son productos químicos más concentrados, menos tóxicos y muy eficaces. Cuando se emplea un dispersante contra la marea negra se aplica por aspersión desde buques, helicópteros o aviones.

Obstáculos para las actuaciones

Las condiciones meteorológicas
Las condiciones meteorológicas, en particular la altura y la frecuencia de las olas, constituyen probablemente los principales límites de la recuperación de derrames de productos petroleros. Estos factores afectan a las propiedades de los hidrocarburos y aceleran el proceso de emulsificación que, a su vez, incrementa la viscosidad de los hidrocarburos derramados. Por otra parte, las olas pueden también aumentar la dispersión natural de los hidrocarburos que, en mar gruesa, se mezclarán y dispersarán en la columna de agua. La altura y la frecuencia de las olas son igualmente límites de tipo físico, tanto para los desnatadores como para las barreras flotantes, e influyen en la eficacia de los dispersantes.

La seguridad del personal al manejar el pesado equipo es otro de los factores que obstaculizan las operaciones. La experiencia de la recuperación de derrames de hidrocarburos en mar gruesa muestra que frecuentemente cae petróleo en la cubierta del buque, cosa que hace prácticamente imposible trabajar de forma segura.

Visibilidad
La experiencia nos enseña también que en la mayoría de los productos del petróleo, el 90 % aproximadamente del volumen se halla concentrado en el 10 % de la marea negra. Esto demuestra la importancia de saber exactamente dónde estacionar el sistema de recuperación del derrame de petróleo y, a tal respecto, las observaciones visuales son fuentes de información indispensables. La vigilancia exhaustiva realizada desde aeronaves de ala fija o helicópteros es de vital importancia para el éxito de las operaciones de recuperación de vertidos de hidrocarburos en alta mar. Si la visibilidad es escasa, será necesario usar aeronaves equipadas con SLAR (radar de exploración lateral aerotransportado) para detectar la marea negra, y también escaneadores a rayos infrarrojos o ultravioletas para detectar sus partes más espesas.

Dispersantes contra recuperación por medios mecánicos
En Noruega, al igual que en muchos otros países, se ha dado prioridad de primer orden a la recuperación por medios mecánicos de los hidrocarburos como método de intervención contra esta clase de contaminación. Una evaluación de las condiciones meteorológicas a lo largo de las costas noruegas ha mostrado que la recuperación eficaz por medios mecánicos es una solución válida durante aproximadamente el 60 % del año. El resto del tiempo, las condiciones exceden de los límites que permiten el uso eficaz de los equipos. El límite relativo a la recuperación por medios mecánicos de los hidrocarburos lo constituyen las olas de altura superior a 3 metros. Otro factor que limita la recuperación por medios mecánicos es la dispersión de petróleo sobre la superficie marina. Dependiendo de la clase de producto del petróleo, esta dispersión en finas capas contribuye a hacer ineficaz la recuperación y a dificultarla, incluso en condiciones meteorológicas favorables. El efecto puede reducirse hasta cierto punto mediante una intervención rápida y realizando operaciones cercanas a la fuente. En Noruega existen ejemplos de recuperación eficaz por medios mecánicos de hasta el 60-70 % del petróleo derramado. Sin embargo, por regla general, la eficacia es probablemente del orden del 10 al -40 %. Los volúmenes más importantes recuperados lo han sido por grupos de intervención bien entrenados y perfectamente equipados. El resto de los productos del petróleo vertidos que no se dispersan ni evaporan naturalmente acabarán, sin remedio, en el litoral.

El límite del uso eficaz de los dispersantes son las olas de cerca de 6 metros de altura. Sin embargo, los dispersantes necesitan hasta cierto punto de viento que genere olas y mezcle energía. Pese a ello, aunque no exista energía para mezclar y esté presente un proceso de dispersión lento, el dispersante seguirá estando en contacto con los hidrocarburos, y si aumenta la energía de mezcla, se incrementará la velocidad de dispersión. De ahí que sea justo decir que los dispersantes mejoran las condiciones en las que puede emprenderse una operación de intervención contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos.

Futuros retos

Nuevas disposiciones reglamentarias para la industria offshore
Las nuevas disposiciones reglamentarias aplicables a la industria petrolera en materia de seguridad, salud y medio ambiente entraron en vigor en enero de 2001 y definen las medidas vinculadas a los riesgos ecológicos regionales y locales. En base a una evaluación de los riesgos medioambientales y a un análisis de las contingencias, será necesario establecer el equipo, el personal y la estructura de intervención adecuados. Las disposiciones reglamentarias relativas a la prevención, basadas en la evaluación de riesgos ecológicos regionales y locales, representan un gran reto para los diseñadores de modelos de intervención y para las Autoridades.

Prospección petrolífera en aguas profundas
La prospección petrolífera noruega se orienta actualmente hacia las aguas profundas. La contaminación producida por un "reventón" (blowout) en aguas profundas es un escenario posible. En tal caso, la protección y la lucha contra la contaminación por vertidos de hidrocarburos se enfrentarían a nuevos retos relativos especialmente a la incertidumbre de si el petróleo alcanzaría o no la superficie, y, si lo hiciera, en cuanto a la posición de la mancha de hidrocarburos y su consistencia. Algunas de estas cuestiones dependen de las corrientes submarinas, de las diferencias de salinidad, de la formación de hidratos y/o de la presión y la temperatura en aguas profundas. Durante un ejercicio realizado en junio de 2000, se soltó petróleo desde 840 metros de profundidad; basándose en los resultados de esta experiencia y en los hallazgos que la misma ha permitido, se revisarán los instrumentos modelo y los escenarios.

Recuperación de hidrocarburos en condiciones de baja visibilidad
Noruega tiene condiciones de luminosidad excepcionales: en el norte del país hay 24 horas de luz diurna en verano y cero horas en invierno. A medida que la prospección y la explotación de petróleo se trasladen del litoral, la Noruega septentrional se enfrentará a nuevos retos. La utilización de sensores infrarrojos se verá dificultada por la humedad y la baja nubosidad, que reducen su capacidad de funcionamiento. En el futuro, la aptitud de recuperar derrames de hidrocarburos en el periodo de oscuridad y con baja visibilidad será, por lo tanto, vital para combatir la eventual contaminación por tal motivo.

El autor del artículo, Johan Marius Ly, es Inspector de la SFT.


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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com