Según diariodelanzarote.com:
La compañía Repsol calcula que en la fase de extracción de hidrocarburos frente a las islas de Lanzarote y Fuerteventura tendrá en explotación al mismo tiempo alrededor de una veintena de pozos petrolíferos a al menos 3.000 metros de profundidad.
Así lo ha apuntado el director de la filial de Repsol encargada de las prospecciones petrolíferas, Luis Gómez, que ha estado al frente de los sondeos en Canarias desde el principio y que este jueves visitó la Isla para mantener distintos encuentros informativos, entre ellos con DiariodeLanzarote.com, de cara a explicar los planes de la compañía en aguas próximas al Archipiélago.
Repsol sostiene la tesis de que no tiene que llevar a cabo una evaluación del impacto ambiental de las prospecciones petrolíferas, que consistirían en la perforación de al menos dos pozos exploratorios para comprobar la existencia de petróleo a gas, antes de que el consejo de ministros autorice los sondeos.
Según su criterio, los estudios ambientales deberán elaborarse a posteriori y de cada una de las perforaciones de forma individualizada. Cabe destacar que la posición de cabildos como el de Fuerteventura es radicalmente contraria. De hecho, ha denunciado a la Comisión Europea que se pretende eludir la evaluación ambiental previa.
De las campañas sísmicas efectuadas entre 2002 y 2003, antes de la anulación por el Tribunal Supremo de las prospecciones,
Repsol asegura que ha encontrado unas “siete trampas interesantes”, es decir, 'bolsas' en las que podría haber hidrocarburos, aunque la estimación de “éxito” ronda “el 20 o el 25 por ciento”, un nivel “normal” en este tipo de exploraciones.
Eso sí, en una línea contraria a la manifestada por el ministro José Manuel Soria, en el sentido de que se sabría ya que hay gran cantidad de petróleo y de calidad, desde Repsol se señala que, sin conocer la información que maneja el ministerio, a día de hoy “no se sabe” qué contienen las bolsas halladas y que sería indispensable perforar para determinarlo.
Desde Repsol se confirma que es falsa la teoría de que si el Gobierno español no autoriza las prospecciones en sus aguas, Marruecos pueda conceder permisos y extraer esos supuestos hidrocarburos. Señalan que las bolsas son individuales y que por la estructura geológica existente en las proximidades de la mediana por el lado marroquí ninguna compañía ha mostrado interés.
Según los estudios sísmicos efectuados por Repsol, una especie de radiografías del subsuelo en los que apunta que ha gastado unos 15 millones de euros,
hay más probabilidades de encontrar hidrocarburos en las cuadrículas dos a seis de las autorizadas por el Gobierno central hace una década (ver mapa). El vértice de una de ellas (la seis) se encuentra a menos de 25 kilómetros de Puerto del Carmen.
No obstante, la compañía insiste en que las perforaciones, en caso de producirse, se harían a unos 60 kilómetros del litoral, por cuanto asegura que es en esa área donde hay más posibilidades.
Las mayores probabilidades se estiman para la cuadrícula dos, frente a las costas majoreras, sobre una bolsa que han denominado 'Sandía', mientras que en las cuadrículas siete, ocho y nueve dicen que no han localizado 'trampas' de interés en los estudios efectuados hasta el momento.
En el caso de llevarse a cabo las prospecciones y determinar la existencia de petróleo, el escenario más favorable para Repsol sería el de que el subsuelo marino en aguas próximas a las Islas albergase unos 2.200 millones de barriles “recuperables” para su procesado, tomando como base la capacidad de las 'bolsas' detectadas en las campañas de exploración sísmica.
En ese sentido, cabe recordar que el barril Brent (159 litros) cotiza en la actualidad a más de 124 dólares, lo que elevaría el valor de ese hipotético yacimiento para la petrolera, en la “mejor previsión” para Repsol, a más de 270.000 millones de dólares según los precios actuales. Los cálculos de Repsol van en la línea de que la explotación estaría operativa un cuarto de siglo.
Desde Repsol se considera que una vez con los permisos de exploración en la mano, tendrían derecho a que le fuera otorgada otra concesión para la extracción de los hidrocarburos presentando un plan de viabilidad de la explotación. La reactivación del expediente, de hace una década, favorece a la compañía por cuanto, si se reiniciase, otras empresas podrían competir por los permisos.
En Repsol tienen claro que la actividad económica que generaría, llegado el caso, una explotación de hidrocarburos cerca de las Islas beneficiaría principalmente a Las Palmas de Gran Canaria, por el uso de sus instalaciones portuarias para el mantenimiento de los equipos, y a Santa Cruz de Tenerife por la utilización de la refinería para ahorrar costes de transporte. Aparte de la instalación de algún tipo de industria para suministro de material.
La compañía calcula que cada sondeo, con una lámina de agua de un kilómetro y una perforación de otros dos kilómetros en el subsuelo, tendría un coste de 100 millones de euros. “Si el primero sale negativo, nos vamos”.
En la perforación, por la profundidad, lo más probable es que Repsol no utilizase plataformas tradicionales sino unos barcos dotados con varios motores para mantener siempre la misma posición. La duración de cada perforación, de dos a tres meses.
Repsol dice que, por su experiencia en España, la tramitación ambiental una vez concedidos los permisos por el Gobierno central suele ir de los dos a los cinco años. “En 10 años no se habrá extraído ni un litro de petróleo” de Canarias, sostienen.
En el caso de que se le autorizasen las prospecciones, desde Repsol se dice que se elaboraría un plan de contingencia frente a posibles accidentes. La autoridad competente en este ámbito es el Ministerio de Fomento.
En el supuesto de que en vez de petróleo se hallase gas, los planes de la compañía pasarían por construir un gaseoducto que conectase con alguna de las islas más próximas a las áreas de explotación y una planta de gas licuado.