Según laprovincia.es:
Seis de los nueve acusados de asaltar dos chalés en Lanzarote admitieron ayer que participaron en los atracos, que fueron cometidos en junio y julio de 2008, con la intención de apoderarse de un alijo de "cocaína y dinero para jubilarnos en Colombia", según reconoció Yeison Perdomo Pérez ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas. Lo mismo declararon Reinel Perdomo Pérez, Julián García Carmona, Jorge Gutiérrez García, Brian Muñoz Moncada y Jefferson Perdomo Contreras, aunque tres de ellos limitaron su intervención a uno de los robos y trataron de disminuir su responsabilidad con diferentes explicaciones.
Los cabecillas de la banda iban encapuchados y armados con pistolas, cuchillos y una pata de cabra. También ataron y amordazaron con cinta americana a dos familias de Playa Blanca y Los Valles, una integrada por una madre y dos hijos menores de edad, la otra por un matrimonio. "Le tapé la boca a la señora y le puse la pistola en la cara para que no gritara. Luego le di dos veces con la culata al señor, porque estaba forcejeando demasiado", confesó Julián García con una tranquilidad pasmosa. Este acusado, junto a Reinel Perdomo, admitieron un papel protagonista en ambos asaltos.
Los que negaron los hechos fueron Diego Renza Andrade, Yohan Díaz Abud y Jesús Rosero Muñoz. "Mienten. Nunca he estado en esos sitios", dijo Renza. "No estoy implicado en los robos", añadió Díaz. "Ni los propuse ni los organicé", concluyó Rosero, que es tío de tres de los acusados: Reinel, Yeison y Jefferson Perdomo.
El resto de acusados, que admitieron parcialmente su culpa, también hicieron suya esa explicación, aunque el fiscal no pareció quedarse conforme con ella. Una treintena de testigos, entre ellos las familias afectadas, deberán arrojar hoy luz sobre lo ocurrido. Sus declaraciones serán fundamentales para la acusación final del ministerio público, que solicita en sus conclusiones provisionales un castigo total de 133 años de cárcel para los nueve acusados. Las defensas reclaman penas inferiores o la absolución, según los casos.
Los miembros de la banda, todos de origen sudamericano, se encuentra en prisión provisional desde el 27 de septiembre de 2008, con la excepción de Jesús Rosero Muñoz, que está en libertad.
El fiscal considera que asaltaron dos chalés en Yaiza y Teguise, delitos por los que les acusa de robo con violencia, allanamiento de morada, detención ilegal y lesiones. Para cada uno de ellos se piden penas que oscilan entre los siete y los 19 años de prisión, las cuales suman en su conjunto 133 años de cárcel.
En uno de los robos apuñalaron al dueño de la casa tres veces y sólo se llevaron 300 euros. En el otro se apoderaron de 3.000 euros, de una pulsera de diamantes y de objetos valorados en 8.600 euros.
El testimonio más estremecedor fue el de G. R. G., la madre agredida junto a sus dos hijos de ocho años en Playa Blanca, Yaiza. "
Una mano me tapó la boca y noté que no podía respirar. Abrí los ojos y vi a cinco encapuchados en la habitación. Pensé que era una pesadilla", explicó la víctima ante la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas.
Pero la madre de los gemelos no estaba viviendo ningún sueño pesado. La primera reacción fue "dar patadas" y plantarle cara a los presuntos ladrones, "
hasta que me dieron un golpe bastante fuerte en el ojo con la culata de una pistola", añadió. Antes fijó la vista en uno de los encapuchados. La respuesta fue contundente. "
No me mire a la p--- cara o le mato a los hijos".
La testigo agregó que después colaboró con los atracadores. En concreto les abrió la caja fuerte, les entregó joyas y un sobre con 3.000 euros, además de bolsos para que metieran ordenadores portátiles y los regalos de la comunión de sus dos hijos. Los tres fueron atados por las manos y encerrados en el baño, mientras los asaltantes desconectaban los teléfonos de la vivienda y lanzaban la última advertencia: "No llames a nadie. Espera a que te encuentren, madrecita". Antes hubo un momento de pánico, porque los niños pensaron que los iban a matar y comenzaron a llorar. Todo duró unas tres horas, según explicó.
El robo de Los Valles, en Teguise, fue igual de dramático. "
Me desperté con una mano en el cuello que me asfixiaba. Le di un taponazo a uno, pero se tiraron encima con una pistola, un cuchillo y una pata de cabra. Me dieron una paliza", testificó F. R. H. La víctima dormía con su mujer. Ambos fueron maniatados.
